Mayte Martín

Mayte Martín

Mesa redonda CM Pérez Galdós. Esther Pérez Verdú

Mesa redonda CM Pérez Galdós. Esther Pérez Verdú

Mesa redonda CM Pérez Galdós. Lorena López

Mesa redonda CM Pérez Galdós. Lorena López

Mónica Rodríguez, participante en la mesa redonda

Mónica Rodríguez, participante en la mesa redonda

13 de marzo de 2024

LA CASA-MUSEO PÉREZ GALDÓS ORGANIZA EN EL MES DE LA MUJER UNA MESA REDONDA SOBRE LA CONTRIBUCIÓN DE LA DINÁMICA CULTURAL A LA IGUALDAD

LA ESCRITORA Y PERIODISTA MAYTE MARTÍN MODERA EL DEBATE EN EL QUE SE HABLARÁ DE LA INCLUSIÓN DE LAS MUJERES EN EL SECTOR CULTURAL ESTHER PÉREZ VERDÚ, LORENA LÓPEZ Y MÓNICA RODRÍGUEZ EXPLICAN CÓMO CONTRIBUYEN DESDE SUS ÁMBITOS PROFESIONALES A VISIBILIZAR EL TALENTO FEMENINO

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Mayte Martín

Mayte Martín

Mesa redonda CM Pérez Galdós. Esther Pérez Verdú

Mesa redonda CM Pérez Galdós. Esther Pérez Verdú

Mesa redonda CM Pérez Galdós. Lorena López

Mesa redonda CM Pérez Galdós. Lorena López

Mónica Rodríguez, participante en la mesa redonda

Mónica Rodríguez, participante en la mesa redonda

‘La dinámica cultural como contribución a la igualdad’. Es el título de la mesa redonda que acoge la Casa-Museo Pérez Galdós, dentro de la programación cultural insular dedicada a la mujer a lo largo del mes de marzo. La periodista, escritora y gestora cultural Mayte Martín será la encargada de moderar el debate sobre la gestión cultural y la perspectiva de género el día 12 de marzo, a las 19:00 horas, con entrada libre, hasta completar aforo.

Se incorporan a esta mesa la tecnóloga Esther Pérez Verdú, Lorena López, periodista y gestora cultural, y la fotoperiodista Mónica Rodríguez, tres comunicadoras que, desde sus respectivas áreas profesionales, aportan esa mirada cuyo objetivo es poner el foco en la cultura como elemento de transformación de la sociedad. “Debemos de tener en cuenta medidas para incentivar el valor de los talentos que tenemos en nuestras islas. El talento no será posible sin el reconocimiento e inclusión de las mujeres en el sector cultural”, asegura la moderadora del debate. “De ahí que debamos resaltar el trabajo que estas mujeres aportan como dinamizadoras desde sus respectivos proyectos”, sentencia Mayte Martín, quien insiste en la necesidad y los beneficios que aportan “como ejemplo ellas, pero también otras tantas otras mujeres que, en el desempeño de sus profesiones, utilizan sus propias herramientas para implementar la creación de políticas y proyectos culturales encaminados hacía de una igualdad real y efectiva”.

Mayte Martín destaca que la cultura es un elemento cada vez más relevante en el cambio y desarrollo territorial también en lo económico. “No deja de ser un factor muy importante para nuestro desarrollo, y ya demostró durante la pandemia que es un sector que no podemos obviar, ya que nos identifica dentro del mundo global. Las tecnologías permitieron que la cultura siguiera al servicio de la ciudadanía, además de como entretenimiento, como sostén de muchas soledades. Se vendieron libros, se oyó más música que nunca, muchas autoras y autores pusieron sus voces, e imágenes a disposición de la gente, ejemplos, como Rosa Montero, la desaparecida Almudena Grandes, y Luz Casal, que son algunas de esas mujeres que se asomaron a las redes sociales para estar cerca de quienes las siguen”.

La visión de la cultura, en femenino

La tecnóloga especializada en la dirección de proyectos digitales y la comunicación digital Esther Pérez Verdú, asegura que “la cultura no puede quedar al margen de la mitad de la población mundial. Como integrantes de una sociedad evolucionada, las mujeres debemos ser parte activa de la difusión de la cultura, además de creadoras”. Esta informática, organizadora de eventos de innovación, como #SuperHéroes, TEDxLasPalmasDeGranCanaria o Women Techmakers Gran Canaria, indica, además, que “la participación de las mujeres en las producciones culturales es fundamental para aportar una visión diferente y eliminar el sesgo de género en los eventos y en los contenidos culturales. Sin mujeres en estas producciones, el resultado, por definición, es malo”.

Lorena López, periodista y gestora cultural, opina que la cultura “nos transforma. Trasciende la idea capitalista del espectáculo, está implicada en nuestro desarrollo como seres humanos y, precisamente por eso, es fundamental que creemos espacios donde las mujeres podamos pensarnos, identificar qué lugar estamos ocupando y colocarnos como creadoras y como centro”. López, que compagina el periodismo con la escritura e imparte talleres de escritura íntima con perspectiva de género, afirma que “sin esta mirada, la cultura seguirá reproduciendo un relato que nos relega al margen, y que perpetua todo tipo de desigualdad”.

La participación y relevancia de la mujer en la vida cultural crece día a día, como demuestran los méritos alcanzados por las mujeres en distintos ámbitos. Para esta joven periodista que viene del mundo audiovisual, los espacios y la palabra son sumamente importantes y son las propias protagonistas las que deben decidir su papel en estas actividades, tal y como reflejan en los talleres que conduce y que ayudan a impulsar el papel de la mujer y eliminar los estereotipos sexistas.

Por último, la fotoperiodista Mónica Rodríguez, que posee varios premios, como el del Instituto Canario de Igualdad (ICI) del Gobierno de Canarias a la mejor iniciativa de interés social en 2020, intentará transmitir su mirada de la mujer rural, de las mujeres que desempeñan diferentes profesiones y que son otra muestra del camino hacia la igualdad. “Todo lo que nos rodea son imágenes, son situaciones y sensaciones retenidas en el tiempo que nos quieren transmitir algo”, explica.

Rodríguez añade que quizá su trabajo se ha banalizado, pero, al mismo tiempo, la fotografía crece constantemente y aporta memoria a la sociedad, recordándole en su propio reflejo lo diversa y complicada que es, estando incluso por encima de las personas que las capturan.  “He tenido suerte”, señala, “pero hay una gran parte de la sociedad que piensa que la cultura debe ser gratis y sí, podría ser, pero… ¿y todas estas personas que viven de ello?. Hay que reflexionar sobre cómo sería una sociedad sin arte, sin desarrollo interior, sin individualidad, sin emoción, sin espíritu crítico, sin alma. Es nuestro reflejo”, concluye.

El debate está servido. A estas alturas, nadie puede dudar que a pesar de su escasa visibilidad, las obras y la influencia femenina en estos ámbitos han sido constantes a lo largo de la historia.