En julio de 1954 don Domingo Salas Araya ponía en conocimiento de Matías Vega, presidente del Cabildo, su intención de poner a la venta su casa en La Peregrina, 9. Tras las oportunas negociaciones se cerraba un mes más tarde el acuerdo entre el señor Salas Araya y los hermanos Ambrosio, José, Manuel y Carmen Hurtado de Mendoza –en cuanto usufructuarios de la casa natal de Pérez Galdós por testamento de su tío Ambrosio Hurtado de Mendoza– por el que estos aceptaban la permuta del inmueble por el de la calle Peregrina con la condición expresa de que se creara un museo galdosiano. El Cabildo correrá con los gastos del reacondicionamiento de la vivienda en la calle Peregrina, así como con la hipoteca que pesaba sobre el inmueble del señor Salas.

A partir de este primer acuerdo, los preceptivos informes técnicos del aparejador sobre ambos inmuebles y los de la Comisión de Cultura del Cabildo se elevan a Acuerdo del Cabildo Insular en sesión de 28 de diciembre de 1955. Se acuerda la compra del inmueble de Cano 33 –hoy número 6– para albergar un museo galdosiano y se faculta al presidente “para que otorgue y suscriba, en nombre del Cabildo, cuantos documentos y escrituras sean precisas para la efectividad de este acuerdo”. La escritura de compraventa del inmueble de La Peregrina se firma el 7 de febrero de 1956. Ese mismo día se formaliza la escritura de permuta a favor de doña Carmen, don Ambrosio, don Manuel y don José Hurtado de Mendoza y Sáenz.