Mayte Martin (Foto Ángel Medina)

Mayte Martin (Foto Ángel Medina)

La escritora Mayte Martín (Foto Ángel Medina)

La escritora Mayte Martín (Foto Ángel Medina)

17 de febrero de 2020

MAYTE MARTÍN SE REFERIRÁ EN LA CASA-MUSEO PÉREZ GALDÓS A LOS INTERESES QUE DOMINAN SU CREACIÓN LITERARIA

LA AUTORA PARTICIPA EN EL CICLO ‘ESCRITORAES EN LA CASA-MUSEO’ EL DÍA 20 DE FEBRERO, A LAS 19:00 HORAS

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Mayte Martin (Foto Ángel Medina)

Mayte Martin (Foto Ángel Medina)

La escritora Mayte Martín (Foto Ángel Medina)

La escritora Mayte Martín (Foto Ángel Medina)

La escritora Mayte Martín participa el día 20 de febrero, a las 19:00 horas, en el ciclo ‘Escritoras en la Casa-Museo’, en donde explicará al público los intereses por los que transita su creación literaria. Autora de los títulos ‘Sin tu permiso’ (2012), ‘Reflexiones en blanco y negro’ (2016) y ‘La espiral del silencio’ (2018), Martín se referirá de su tránsito de la literatura breve a la novela, recorriendo sus inicios literarios cuando se entregó a la escritura de relatos eróticos, pasando por la prosa poética y la novela.

A la escritora y periodista canaria le gusta reivindicar la literatura breve, y adora lo que es incapaz de hacer: poesía. Mayte Martín (Las Palmas de Gran Canaria, 1964) aboga por el uso del lenguaje inclusivo y la perspectiva de género en la literatura. Cuando ya está inmersa en otra novela y otros numerosos proyectos, reconoce en esta entrevista la difícil peripecia que tienen que atravesar las mujeres para poder llegar a editar. 

¿Con qué dificultades se encuentran las autoras en el mundo de la literatura?

Con muchas, solo por el hecho de ser mujer. Lo que argumentan algunos editores es que no tenemos la misma disponibilidad que los hombres. Es decir, las mujeres tenemos multitareas, tenemos la casa, la familia, el trabajo y por lo tanto tenemos menos tiempo para ser constantes en la escritura. Yo no estoy de acuerdo, no me parece que sea un argumento de peso. Además, la mayoría de lectoras somos mujeres y las más que invertimos en libros; es algo contradictorio.

Tu reivindicas la visibilidad de la mujer en la literatura, de hecho, perteneces a la Asociación Vivas de Mujeres Canarias de la Comunicación.

Sí, estamos más unidas que nunca. Somos unas cien mujeres canarias y reivindicamos, entre otras cosas, que en las convocatorias de subvenciones públicas se exija la paridad, que haya igualdad de autores y autoras. También en los jurados, porque, si te fijas, la mayoría de los miembros del jurado de los premios que se dan en Canarias son hombres. Y ¡ojo! para mí lo primero es la literatura, luego el género y, sin embargo, hay que tener cuenta que ser mujer supone una dificultad añadida. Afortunadamente ahora hay muchas editoriales que nos están dando cancha. Hay una gran diferencia desde cuando yo empecé a la actualidad. Pero hay que convencer a la gente para que lea a autoras.

Otra de tus reivindicaciones es el uso del lenguaje inclusivo, ¿qué opinas de las voces que dicen que en la ficción puede llegar a empobrecer la literatura?

Fíjate que yo al principio estaba en contra, pensaba que utilizar el lenguaje inclusivo era un maquillaje de la realidad, pero con el tiempo he entendido que no, que es muy importante, porque es la comunicación la que nos diferencia como seres humanos. Tenemos un idioma muy rico y los autores y autoras podemos hacer ese esfuerzo de no masculinizar y usar un lenguaje neutro. Ese es una de mis reivindicaciones y que intento inculcar en mis talleres de forma transversal. Cuesta bastante, incluso a nosotras. Mira la Real Academia de la Lengua, en donde solo hay once mujeres y se niegan a reconocer el lenguaje inclusivo. Hay muchas dificultades, pero yo soy muy optimista y creo que lo lograremos.

¿Cuál es la sensibilidad desde las entidades públicas y la educación?

Creo que se está haciendo un esfuerzo importante, por ejemplo, en la Casa de Colón se desarrollarán las Jornadas Editatonas para incluir a las mujeres en la Wikipedia, ya que hay muchísima menos cantidad que de hombres. Ahora, por ejemplo, voy a participar en un proyecto de la Consejería de Educación, ‘Islas de tinta’, cuya temática es el género negro y voy a viajar a los IES de otras islas para promocionar mi novela. Hay interés, pero hay mucho trabajo que hacer, porque en los libros de texto no se habla de las autoras de aquí, que son muchas, María Jesús Alvarado, Mercedes Pinto, Josefina de la Torre, Elsa López, Alicia Llarena, Cecilia Domínguez o Pino Ojeda. Es una pena porque se está sesgando el valor de la literatura.

De marzo a mayo impartirás un taller de escritura creativa en la Casa-Museo Pérez Galdós. En los últimos años han proliferado este tipo de talleres ¿hay ganas de escribir?

Muchas, y hay un talento enorme en las islas. Hay unos chicos y chicas jóvenes que están saliendo ahora y vienen pisando fuerte como Ylenia Perera, Echedey Medina, Bea Morales o Cristo Saavedra. Tienen un potencial literario, tenemos que sentirnos orgullosos de lo que hay en Canarias. En mis talleres yo siempre digo que soy una egoísta porque yo a lo que voy es a aprender, me aportan mucho. 

Tienes una nueva novela a punto de salir, otra entre manos, además de otros proyectos. Vas a participar, como única española, en una antología internacional que se va a editar en México contra los malos tratos; también estarás en la Antología de Chicha Reina sobre cien mujeres canarias.

Estamos en una sociedad muy patriarcal y es muy difícil compaginar todas las esferas. Hay días que me desespero porque no encuentro un ratito para escribir. Utilizo el móvil para mandarme notas y luego seguir avanzando. Cuesta mucho y hay que planificarse muy bien, porque quizás es verdad que las mujeres no tengamos una producción tan prolífica como los hombres, que sacan un libro detrás de otro. Yo publiqué uno en 2012, luego en 2016, 2018 y ahora espero sacar uno en breve y ya preparando otro con ideas. Ojalá pudiera vivir de leer y escribir, ese sería mi sueño.