Al tiempo que se realizaban las obras en la casa natal, el presidente del Cabildo llegaba a un acuerdo de compraventa con la hija de don Benito, doña María Pérez Galdós Cobián y su esposo, Juan Verde Rodríguez. La escritura de compraventa se firmaría en Madrid el 25 de mayo de 1959, con el único motivo de “cumplir el deseo del Cabildo Insular de Gran Canaria de formar con ello el ‘Museo galdosiano’ en la propia casa donde nació don Benito Pérez Galdós”.

El valor de la compraventa es de 500.000 pesetas, unos 161.163 euros de 2016, una cifra ciertamente simbólica por un fondo que integraba la biblioteca particular de Benito Pérez Galdós, el mobiliario que hoy se conserva en el museo más la colección completa de dibujos –formada por más de cuatrocientos– de los Episodios Nacionales. Más aún si la comparamos con la estimación presupuestaria que el aparejador hace de las obras de reforma en la Casa Natal: 250.000 pesetas, unos 80.581,50 euros de hoy día, la mitad de lo que costó el legado.

Doña María fue extremadamente generosa con el Cabildo, entregando, como donación, el original de Miau, los muebles de la alcoba de San Quintín –que se encontraba en Asturias y cuyo transporte pagará también el Cabildo– y “la poquísima correspondencia que pueda encontrar de Don Benito”.

El 16 de diciembre de 1959 Matías Vega, presidente del Cabildo, nombra a Jesús Gómez Rodríguez, Interventor Delegado en la Casa Pérez Galdós, “debiendo realizar el correspondiente inventario, una vez sea trasladado el mobiliario y enseres al citado museo”. Se convertía así en el primer técnico de la Casa-Museo.